Detrás de 'El señor de los anillos': J.R.R. Tolkien - LA VOZ EN OFF

sábado, 1 de diciembre de 2012

Detrás de 'El señor de los anillos': J.R.R. Tolkien

Tras la película más ambiciosa de la historia hay un libro que es el resultado del trabajo de toda una vida.

"Es admirable que Tolkien dedicara toda su vida a crear lo que llamó el Mundo Secundario. Creó sus lenguas, sus milenios de historia. Es tan rica y detallada que nadie que escriba una historia de ficción se va a acercar ni de lejos a su riqueza y detalle. Todo eso lo hace tremendamente difícil de adaptar al cine" (Peter Jackson, director de la trilogía de 'El señor de los anillos').

John Ronald Reuel Tolkien (J.R.R. Tolkien) nació el 3 de enero de 1892 en Bloemfontein, Sudáfrica, de padres ingleses emigrantes. Un mes después de su nacimiento, John Ronald estaba en Birminhgham visitando a sus abuelos cuando su padre, Arthur, murió repentinamente. Tolkien se quedó medio huérfano en un país que desconocía. Cuando tenía solo 12 años, su madre murió debido a complicaciones de su diabetes. Desde entonces se quedó al cuidado de un tutor, llegando a vivir en 10 casas distintas de la ciudad.

Su madre fue su primer maestro y le inculcó el interés por las palabras. Su muerte hizo fraguar en él la pasión por las lenguas. En tales circunstancias es normal que para él la escuela fuese un refugio, como el único elemento estable de su vida. Hizo muy buenos amigos en la escuela, con quienes fundó el "Club de Té de la Sociedad Barroviana" basado en la pasión común por las leyendas heroicas y las sagas. Esta fuerte amistad y el interés compartido por las lenguas antiguas continuó durante la estancia de Tolkien en Oxford, al que llegó en 1911 para estudiar Lengua y Literatura Inglesas. Pero este idílico período termina con el estallido de la Guerra.

Tolkien partió a Francia, donde fue teniente en la Batalla de Somme. También sus amigos fueron llamados a filas. Casi todos ellos murieron en la Primera Guerra Mundial. No es de extrañar que tales experiencias marcaran la obra y pensamiento del autor. Incluso se ha llegado a decir que el tema fundamental de su obra es la muerte. En los pocos momentos de paz escribía historias en una libreta que tituló 'El Libreo de los Cuentos Perdidos', en los cuales nació la Tierra Media. Así pues, los primeros escritos de Tolkien sobre la Tierra Media fueron a lápiz, en una libreta y en la trinchera.

El amor de Tolkien por las lenguas le llevó a un personal y vitalicio empeño de crear una lengua propia que desembocó en el deseo de crear su propia mitología. En su opinión, a Inglaterra le faltaba una mitología, pues aunque la leyenda del Rey Arturo sea propiamente inglesa, en el fondo es una mezcolanza de diferentes fuentes, muchas de ellas francesas. Para Tolkien, las mitologías romances eran complicadas y lamentaba que toda la mitología inglesa hubiera sido erradicada por la invasión Normanda de 1066. Este era un vacío que Tolkien se propuso llenar inventando su propia mitología inglesa.

Hasta su muerte estuvo trabajando en la mitología de la Tierra Media, dejando esta gran obra parcialmente incompleta. 'El Silmarillion', una historia escrita en las trincheras en 1917, se publicó después de su muerte y su hijo Christopher tuvo que darle los últimos retoques.

Tolkien regresó a Oxford en 1925 como profesor de Anglosajón, pero nueve años después, un suceso aparentemente banal cambió su vida de catedrático para siempre. Tolkien se encontraba corrigiendo exámenes cuando cogió una hoja en blanco y escribió: En un agujero en el suelo, vivía un hobbit. Y eso fue el principio de todo. De esta forma, la historia de este ser pequeño y adorable llegó a la imprenta. Tras el éxito de 'El Hobbit', Stanley Unwin le animó a escribir una segunda parte, de manera que, aun no encontrándose inspirado para tratar el tema, se sumergió de nuevo en la mitología en la que trabajó toda su vida, y de ahí nació 'El señor de los anillos'.

Se dispuso a escribir 'El señor de los anillos' sin previa planificación. Ni esquema ni sinopsis. Se dice que hasta de los propios borradores se evidenciaba que escribía a ciegas, que nunca pretendió que fuera así y que iba adquiriendo forma paulatinamente.

"Aunque 'El señor de los anillos' tiene fama de ser su obra maestra, él solo lo consideró una pequeña parte de su mitología. Eso también añade profundidad al libro. Ningún autor dedica tanto tiempo, casi una vida, a crear un mundo de fantasía" (Peter Jackson).

El primer libro de la trilogía, 'La Comunidad de Anillo' fue publicado por Allen & Unwin en 1954. Tolkien invirtió 12 años en esta obra épica. Para entonces, su autor ya contaba con 60 años de edad. Cuando iba a publicarse la tercera parte, ya estaban reimprimiéndose la primera y la segunda parte.

Con el tiempo, el libro creció en popularidad, llegando a convertirse en el segundo libro más leído después de la Biblia. Tolkien estaba encantado y agradecido por el éxito. Los clubes de fans empezaron a formarse tan pronto como el libro se hizo popular; no con su publicación en los años cincuenta, sino a lo largo de la década de los sesenta. En el metro de Nueva York podían incluso leerse pintadas del tipo "Frodo vive". Era evidente que algo importante estaba ocurriendo.


La gente le escribía cartas contándole que habían adoptado los nombres de sus personajes y se habían casado en ceremonias reflejadas en sus libros. No obstante, este tipo de sucesos no le gustaban nada al escritor, llegando incluso a distanciarse de su propia invención. El fenómeno de 'El señor de los anillos' continúa hasta nuestros días y su popularidad se atribuye a su tema principal: la existencia humana.

"Los tópicos de Tolkien honran también al libro, porque hay tanto detalle que es imposible recrear el mundo de 'El señor de los anillos con todo el conocimiento de los libros. Pero el material temático es de una importancia clave para llevar la película al cine, porque los temas se encuentran en el corazón de cualquier libro. Los temas de Tolkien en particular, estaban en su corazón" (Peter Jackson).

A Tolkien le horrorizaba que buscaran analogías modernas. Rechazó sistemáticamente que tuviera relación con la Segunda Guerra Mundial y el alzamiento de Hitler. El Prólogo de 'El señor de los anillos' afirmaba rotundamente que no se trata de una alegoría. Lo que su autor pretendía por encima de todo era evitar una interpretación simplista de su obra, de manera que solo pudiera encontrarse un referente único como, por ejemplo, que el Anillo representa la energía nuclear. Parte de su genialidad es no haber escrito una alegoría. De ahí que nuevas generaciones de lectores puedan seguir encontrando mensajes para su propia vida por lo que él mismo llamó "adaptabilidad", como la capacidad de encontrar mensajes precisos en lo que se lee, fruto de la propia experiencia.

"Lo que refleja bien 'El señor de los anillos' es que puedes ser valiente sin tener valor" (Peter Jackson).


Tolkien escribió la antítesis de la ficción comercial, la noción de "seguir adelante" y encontrar esperanza en la desesperanza. Por ejemplo, los elfos en 'El señor de los anillos' han estado luchando en lo que Galadriel llama "La Larga Derrota". Saben que van a ser derrotados desde hace miles de años pero siguen luchando hasta que llega la derrota. El valor también se demuestra cuando no se tiene la menor esperanza.

"Con la llegada de la oscuridad el ojo comienza a ver. Cuando llega un punto en el que tocas fondo y lo ves todo gris es cuando empiezas a despertar. Encuentras valor, muy dentro, para enfrentarte a la situación o al menos para hacer el esfuerzo" (Viggo Mortensen, Aragorn).

El énfasis en el valor contra los invencibles es un punto de vista pagano. Luchas aun cuando sabes que al final serás derrotado. Frodo no es el único héroe. Sin el heroísmo de los que le ayudan habría fracasado. Tolkien fue muy pluralista en 'El señor de los anillos'. Es un libro multicultural y multirracial. En contra de ese pluralismo está Mordor, el Anillo Único. A pesar del pesimismo de Tolkien, en los libros siempre había esperanza, "esperanza sin garantías".

"Uno de los grandes intereses de la historia es que no hay la menor garantía de éxito" (Viggo Mortensen).

·"Más que una batalla entre el bien y el mal se trata de luchar por los valores de tu mundo y estar dispuesto a luchar a muerte para protegerlos" (Peter Jackson).

"Como cineastas y guionistas no teníamos el menor interés en verter nuestra basura en estas películas. Nuestra intención era conservar los valores de Tolkien, adoptarlos y reflejarlos en las películas. Al final, debería ser la película de Tolkien, no la nuestra" (Peter Jackson).



FUENTE: DVD  "La Comunidad del Anillo, Edición del Coleccionista".


6 comentarios:

  1. La verdad es que, aunque las películas son un digno acercamiento cinematográfico, tengo la sensación de que han "vulgarizado" o "trivializado" un poco la grandeza de las novelas. Recuerdo la veneración casi solemne que sentí al leerlas por primera vez, siendo aún adolescente. Son, para mí, una de las cimas de la literatura universal.

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  2. Imagino que esa vulgarización o trivialización de la historia es efecto directo de los límites del cine frente a la literatura. Es obvio que la imaginación de un lector frente a una novela del calibre como 'El Señor de los Anillos' (o incluso frente a cualquier otro libro) es inmensamente mayor que las imágenes que un director consigue plasmar en pantalla. No obstante, considero que 'El Señor de los Anillos' es una de las películas más espectaculares y épicas de todos los tiempos, y no solo por el nivel tecnológico de sus efectos, sino por su envolvente atmósfera y su grandilocuencia. No creo que sea justo comparar un arte con otro. De todas formas, yo creo que si acaso existe alguna adaptación mejor del libro al celuloide es, posiblemente, porque la novela no era tan buena.

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  3. Recuerdo que siendo aún casi un niño me preguntaba cuándo harían una película de la que ya era mi historia favorita. Pero muchos años después, al verla finalmente plasmada en imágenes, comprendí que nada, por muy brillante que fuera, lograría igualar al deslumbrante mundo que las novelas habían conseguido crear en mi interior. Y ahora muchos niños y adolescentes descubrirán ese mundo a través de las películas, y sólo algunos quizás después se decidan a leer los libros, y es a eso a lo que me refería. Pero es algo lógico e inevitable, y, como amante del cine, tampoco pienso que tenga por qué ser algo negativo. Simplemente diferente.

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  4. Tienes toda la razón del mundo. Cuando llega la película la gente olvida el libro, al menos las nuevas generaciones. Pero una pregunta que podríamos plantearnos es: ¿realmente se habrían leído el libro aun no existiendo la película? Quiero creer que sí, pero vistas las sagas que llenan las estanterías de las librerías no estoy tan seguro. Recuerdo que empecé el libro ante de conocer la película pero al final tuve que apresurarme a terminarlo antes de su estreno. Yo también prefiero normalmente el libro a la película. Lo mismo me ocurre, en menor medida, con 'Juego de Tronos'. Me encanta leerme los libros más que ver la serie, pero siento que la saboreo más cuando conozco el texto original. Al fin y al cabo se trata de disfrutar, cada uno a su manera, del arte.

    Saludos y muchas gracias por los comentarios. Mantienen vivo el blog.

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  5. "Al final, debería ser la película de Tolkien, no la nuestra" (Peter Jackson).
    Pues no entiendo que cojones se fumo para hacer "El hobbit",la verdad.

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    1. Está claro que ha llovido mucho desde entonces y Peter Jackson no era el megalómano que es hoy en día. 'El Hobbit' ha sufrido un estiramiento increíble para abarcar tres películas que ha acabado lastrando, no solo el ritmo, sino también el tono de la historia. Una lástima, aunque aún así disfrutable en pantalla grande.

      Saludos y gracias por comentar :)

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